Netflix nos ha traído y ya tenéis disponible para ver la nueva película de Kathryn Bigelow, que en 2010 se convirtió en la primera mujer en ganar un Oscar a mejor película por En Tierra hostil sobre la guerra de Irak. Ahora en su última película nos trae el relato de los últimos minutos antes de que un misil se estrelle contra una ciudad de Estados Unidos. Si no has visto la película aún, te recomiendo la veas primero, no leas, no veas, simplemente ponte a verla y después ven aquí a comentarnos qué te parece. Contaremos algunos spoilers sobre la experiencia que pueden arruinártela.
Una Casa llena de Dinamita es una de las película más arriesgadas narrativamente hablando que puedes ver en la plataforma. Es una película cruda en el sentido de contarte los acontecimientos desde el momento en que se detecta el envío del misil hasta el último segundo antes del resultado final. Desde diferentes puntos de vista de gente que se supone está en cargo de evitar este tipo de cosas. 18 minutos es lo que separa un día normal de el fin del mundo. 18 minutos es esa fina línea en la que la película nos expone que quizás, y solo quizás, no se pueda hacer nada para evitar si alguien prende la mecha. De que vivimos en una casa llena de dinamita que puede reventar en cualquier momento, mientras vivimos en la falacia de una falsa seguridad confiando en que eso no nos pasará nunca.
Es un relato con una tensión constante en la que el espectador mentalmente busca asimilarla con otras películas del genero, que va a obtener recompensas, que va a tener nua salida, una conclusión, que veremos una resolución, cuando la realidad es así de cruda. No hay nada después. No hay héroes. No tenemos respaldo. Es nuestra casa llena de dinamita.
Y eso quizás cause un pequeño cortocircuito al final porque inconscientemente esperamos siempre una resolución. Que todo vaya a algún sitio. Pero esta película no va de eso. Esta película habla sobre la incapacidad de hacer algo, sobre que quizás estamos más expuestos de lo que pensamos. Son los últimos minutos antes de un desastre que cambiará todo y en los que realmente, una vez fallan los sistemas de protección (“¿Me estás diciendo que esos misiles de protección tienen un 61% de éxito, que es como tirar una moneda al aire?”), poco o nada se puede hacer. Que la gente en principio encargada de protegernos tampoco puede hacer nada.
Que nuestras vidas planeadas simplemente se van a terminar y en 18 minutos no hay tiempo para evacuar más que a unos pocos representantes políticos, no hay tiempo para hacer nada. Son 18 minutos en los que puede cambiar el mundo, un mundo que hemos construido a base de misiles nucleares para sentirnos más seguros pero que nos puede explotar en la cara. Cuando menos nos lo imaginemos. Sin nada que hacer.
La película tiene un reparto lleno de grandes actores de cine y televisión. Rebeca Ferguson, Anthony Ramos, Idris Elba, Gabriel Basso, Jared Harris, Jason Clarke, Kaitlyn Dever entre otros. Dirigida por Kathryn Bigelow y escrita por Noah Oppenheim.
De lo mejor que vas a poder ver en la plataforma. Una película que arriesga en su estructura. Una película que nos descoloca al no darnos lo que esperamos. Pero que nos recompensa al darnos cuenta de que en realidad eso es todo. Esa es la crudeza de una realidad que hemos ido construyendo sobre un suelo extremadamente frágil. Y no hay consuelo posible.
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